EL OCUPANTE



Autor: Sarah Waters.
Título original: The Little Stranger.
Género: Novela gótica / sobrenatural.
Año de publicación: 2009.
Páginas: 536.

SINOPSIS  


Un polvoriento día de verano llaman al doctor Faraday a Hundreds Hall, la mansión de los Ayres, en el desolado centro de una Inglaterra de posguerra que está cambiando aceleradamente. Faraday ya había estado allí cuando era un niño y su madre era una de las criadas de la casa. Y se había colado en las regias habitaciones, y, fascinado por tanta belleza, había roto una moldura de los artesonados de un corredor y se la había llevado. Ahora, gracias a los sacrificios de sus padres, es médico, aunque con una posición social no muy cómoda en el rígido sistema de clases inglés, y piensa que esta visita es un golpe de suerte. Pero Hundreds Hall ya no es más que la sombra de sí misma: las tapicerías cuelgan en jirones, la carcoma se ceba en el interior de la casa y las malas hierbas arrasan los jardines. La señora Ayres aún es una señora elegante, que mantiene como puede su dignidad. Roderick, su hijo, ha vuelto de la guerra cojo y enfermo. Se ocupa como puede de la casa y de la hacienda, y va vendiendo las tierras y la familia se va comiendo el capital. Su hermana Caroline, independiente, excéntrica y masculina, ha tenido que volver a Hundreds Hall para ayudarlo. Pero los Ayres han llamado al doctor Faraday para que se ocupe de Betty, la joven criada de catorce años, que quizá sólo está enferma de miedo, aterrorizada por aquello que percibe en la casa. Porque siempre son los niños y los animales los primeros en advertir lo siniestro. Y aunque nadie la cree, en Hundreds Hall se oyen ruidos inexplicables, se ven sombras fugaces y marcas de fuego en las paredes, y las cosas más familiares pueden volverse atrozmente perversas...

MI OPINIÓN

La novela gótica es una de mis lecturas preferidas y rara vez me decepcionan. El Ocupante no es la excepción. Nos encontramos ante una historia magníficamente narrada, cuya ambientación es sombría, lúgubre y fantasmagórica. Los personajes que se presentan en esta novela son descritos a la perfección, y es gracias a esta fina descripción, que al final, aunque el desenlace deja muchos cuestionamientos, puede uno darse la idea de qué fue lo que realmente aconteció.

Todo comienza cuando el Doctor Faraday acude a la mansión Hundreds Halls, atendiendo a un llamado para revisar a Betty, quien se desempeña como sirvienta en ese viejo caserón. Hundreds Hall no es ajeno al Doctor Faraday, él ya había estado ahí hacía muchos años, cuando siendo niño, su madre trabajaba allí como niñera. Su retorno a Hundreds Hall lo llena de una emoción hasta cierto punto inexplicable. Recuerdos lo invaden y siente resurgir esa admiración que siempre había sentido por esa mansión. Pero Hundreds Hall ha perdido el brillo de lo que era anteriormente, muchos de sus salones se encuentran abandonados y su decadencia es evidente. La Familia Ayres, como propietaria de la mansión, se ve incapaz de sostener la belleza y el lujo de Hundreds Hall. 

A partir de dicha visita, Faraday se va poco a poco involucrando en la vida de los Ayres. La Señora Ayres, junto con sus hijos Caroline y Roderick, lo reciben siempre con gusto y le están agradecidos de que se preocupe por ellos y trate de ayudarlos.

Pasan los días, las semanas y los meses y los habitantes de Hundreds Hall empiezan a experimentar sucesos extraños. Marcas en las paredes, un incendio, ruidos, pasos en la segunda planta, el comportamiento extraño de Roderick, la certeza de Betty de que hay "algo malo" en la mansión. Todo se conjuga para transmitir esa sensación aterradora de que algo o alguien se encuentra rondando.

"Ahora lamentaba haber entrado allí, haber subido a aquellas habitaciones. Fue al lavamanos y se enjuagó las manos con un borboteo de agua helada. Se enjugó los dedos contra la falda y se volvió para irse. Al hacerlo sintió que se levantaba una brisa o, en cualquier caso, algo parecido a una brisa, un frío soplo de aire que la asaltó de golpe, le fustigó la mejilla, le revolvió el pelo y la hizo tiritar; y un segundo después, un portazo violento en la habitación contigua la estremeció y le puso los pelos de punta". (Extracto de El Ocupante). 


La locura y la muerte se apoderan de los habitantes de esta inquietante mansión. ¿Qué es lo que sucede en Hundreds Hall? ¿Realmente hay un fantasma? ¿La casa quiere destruir a sus habitantes? ¿Se trata sólo de alucinaciones de las personas que caminan en sus amplios pasillos? O ¿será algo más? Algo más humano. 

Al terminar esta historia todas las preguntas anteriores surgirán inevitablemente. Si alguien más leyó ya este libro, por favor escríbame para intercambiar impresiones. 

VALORACIÓN


 ACERCA DEL AUTOR

Sarah Waters nació en Gales el 21 de julio de 1966. 

Estudió en la Universidad de Kent. Ha escrito varias novelas. 

Ha sido elegida autora del año por el Sunday Times en 2003. Vive en Londres.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

PRIMER PLANO